020 A pesar de haber creado algunas de las obras más importantes de la historia del arte abstracto, Hilma af Klint, permaneció durante gran parte de su vida como una gran desconocida. Antes que Mondrian, Kandinsky y Malévich, que son reconocidos por la historia como precursores del Arte Abstracto, Hilma af Klint llevaba años creando cuadros que prescindían de toda figuración, proponiendo una realidad distinta a la natural. Himla af Klint fue una artista sueca que nació en Solna en 1862. En 1882 comenzó su carrera estudiando en la Real Academia de Bellas Artes de Estocolmo, uno de los pocos lugares de Europa donde a las mujeres se les permitía estudiar. Durante sus años de formación aprendió las técnicas tradicionales de la pintura pero también se interesó por la espiritualidad y el ocultismo, temas que serían fundamentales en su trabajo posterior ya que durante gran parte de su vida, Hilma af Klint atribuyó su inspiración artística a un dictado divino. A partir de 1906, comenzó a trabajar en un desarrollo más pronunciado de su trabajo dedicado a la abstracción. Fue en ese momento cuando empezó a crear una serie de pinturas abstractas a las que llamó “The Painting for the Temple”. Una obra diferente a todo lo hecho anteriormente en el mundo del arte, se podría decir, una obra adelantada a su tiempo.
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