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Eres la mano derecha de Sylvia Earle, ¿Podrías compartir con nosotros alguna experiencia o lección que hayas aprendido de ella? De Sylvia puedo decir muchísimas cosas, la verdad es que para mí es un privilegio poder trabajar con ella. Es una mujer increíble, no me canso de escucharla. Su forma de pensar y sobre todo hay algo que a mí me encanta y es que ella es muy positiva pero además también es muy crítica y hace una crítica que yo siempre digo ‘Es lo necesario, no lo posible’. Normalmente terminamos negociando con nosotros mismos pero en realidad tenemos que hablar de lo que es necesario para el planeta, eso es vital. A mí lo que me encanta de ella es que ve el vaso siempre medio lleno. Por ejemplo, cuando hablamos de la tuneleta azul del Pacífico. Sabemos que queda menos de un 1% de su población histórica y ella siempre dice ‘La mala noticia es que hemos perdido más del 99%, la buena noticia es que todavía queda un 1%’. Todo depende cómo, ya que tenemos todos los elementos para volver a construir y darle un espacio a la naturaleza. Todos tienen espacio para trabajar para la naturaleza. Habría que empezar por conocerla más, tratarla más y pasar mucho más tiempo en lugares naturales. En todos los países del planeta hay áreas naturales, incluso lugares pequeñitos, que uno puede disfrutar. Creo que también es importante conectar con esas cosas que a uno le han marcado. Todos tienen un lugar favorito, un lugar que aman, un lugar que defendería y creo que hay que defender esos lugares porque cada vez vamos perdiendo y no somos capaces de reconstruir. Una vez se pierde, no hay vuelta atrás. Es tiempo de cambiar esa mentalidad y poder atesorar esos ecosistemas que son increíbles y nos han marcado en nuestras vidas. Es la mejor forma de acercarse y eso lo puede hacer uno en todos los lados. ¿Qué descubrimientos sobre el océano le han sorprendido más? El océano me sigue sorprendiendo constantemente. Hay miles de cosas que todavía no sé y Sylvia siempre me enseña. Parece que de las cosas más impresionantes es el hecho de que hay especies que pueden comunicarse a miles de kilómetros, que pueden oler también a cientos o miles de kilómetros. Hay más especies del planeta que viven en la oscuridad del océano que en todo el planeta mismo. Hay lugares en la profundidad que podríamos estar encontrando nuevas especies cada hora y que nos falta muchísimo comprender. Me encanta ese misterio y a la vez también, eso de que no todo lo podemos controlar y no todo lo sabemos. Cómo se puede involucrar a la sociedad en la protección y conservación del océano? Primero la sociedad tiene que saber cuál es la importancia del océano. Miramos al cielo y lo vemos azul y la gente lo da como un hecho normal. El cielo azul fue generado por la vida en el océano, el océano es el mayor productor de oxígeno y el mayor capturador de carbono. Es el lugar donde hay mayor diversidad en el planeta y es donde vino la vida en el planeta. No importa donde estés, estás conectado con el océano. Si tuviera que dar un consejo o una enseñanza de vida a alguien, ¿qué le diría? No soy muy bueno para dar enseñanzas porque no soy quién pero yo les digo todos los días a mis niños cuando les dejo en el colegio: ‘Sean respetuosos y sean felices’ Yo creo que si usamos esas dos premisas alrededor nuestro y con toda la gente con la que nos comunicamos cada día, creo que todos podríamos ser más felices que al final es lo que todos queremos. ¿CUÁL ES TU RECOMENDACIÓN PARA LAS PERSONAS QUE QUIEREN HACER UNA DIFERENCIA EN EL CAMPO DE LA CONSERVACIÓN Y EL MEDIO AMBIENTE, PERO NO SABEN POR DÓNDE EMPEZAR? 060

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