034 Podríamos decir que trabajo en rescatar el sonido de décadas pasadas para mezclarlo con matices más actuales y de vanguardia. Procuro por una selección elegante, indistintamente de si hablamos de ritmos Downtempo o algo más subido de BPM’s. Me sale definirlo como: ‘Esencia Retro, Carácter Moderno’. Aunque no me gusta encasillar, si hablásemos de un género principal, este sería el ‘House’ y derivados. Aún así, me gusta dotar las sesiones de cierto eclecticismo, y es por eso que siempre dispongo de un amplio abanico en cuanto a otros registros que voy incorporando según la sesión tienda a ‘bailonga’ o a más ‘seriota’. Considero que hay momentos para todo y creo en la polivalencia de poder ejecutar un buen warm up, tanto como esencial estar a la altura de un cierre de sesión después del ‘headliner’. EN TU CARRERA DAS LA IMPRESIÓN DE HUIR DE LAS ETIQUETAS, PERO SI TUVIERAS QUE MOJARTE, ¿CÓMO DEFINIRÍAS TU ESTILO? Interior designer, dj ing eclect ics, vinyl curator & producer attempt . ERES DE BANYOLES, GIRONA, ¿EXISTÍA UN INTERÉS POR LA ELECTRÓNICA EN LOS AÑOS QUE VIVÍAS AHÍ? ¿CÓMO Y CUÁNDO TE INICIASTE EN LA MÚSICA ELECTRÓNICA? De pequeño los ‘reyes magos’ me trajeron un teclado y a posteriori una guitarra acústica. Aunque a día de hoy solo hayan hecho que coger polvo, supongo que influyeron en que algo despertara en mí. Siempre me ha movido la música a contracorriente, pero el interés por la electrónica empezó cuando estaba de encargado en un bar musical de Girona; una de mis autoproclamadas funciones era organizar playlists para los días en que no había actuación. Fue a finales de 2017 cuando decidí hacer un curso intensivo de producción musical. Por falta de tiempo nunca empecé a trastear con lo aprendido, pero sí me hizo ver que aquello podría formar parte de un futuro no muy lejano. A mediados de 2018 acabé un curso de DJ y en seguida empezaron a salir oportunidades alrededor de mi pueblo natal, Girona, y la Costa Brava. En 2019 empecé a residir en ‘Electrona Club’, en su entonces el único sitio en la ciudad de Girona con oferta regular de electrónica. ¿CÓMO FUERON TUS AÑOS POSTERIORES? ¿FUE DURO HACERSE UN SITIO EN LA ESCENA DE BARCELONA? Después de la pandemia me vine a vivir a Barcelona y al poco tiempo cumplí otro de mis objetivos, empezar a tocar en la ciudad condal. No es fácil partir de nuevo y hacerse un sitio entre tanta competencia, pero supongo que fui afortunado. Estoy sabiendo aprovechar las oportunidades que me están brindando muchos de los promotores, clubes, y artistas locales; ya amigos. Estoy satisfecho a día de hoy, pero queda un largo recorrido aún. No será tarea fácil, pero voy con intención de atraer alguna mirada de los clubs y festivales referentes de la ciudad. ¿DÓNDE TE SIENTES MÁS CÓMODO, EN UN CLUB O EN UN FESTIVAL? ¿SESIONES LARGAS O SLOTS REDUCIDOS? Mientras esté bien sonorizado y la cabina quede cerca del público, todo me vale. Soy bastante partidario de los clubes recogidos, pero la sensación que te brinda un ‘Open Air’ de pequeño o mediano formato, frente a una marea de centenares de personas, también es lo más; aunque por el momento no haya tenido demasiadas ocasiones. Con lo que respecta a los sets, actualmente estoy acostumbrado a sesiones cortas de hora y media o dos horas, pero sí me gustaría hacer sesiones más extendidas, incluso algún ‘all night long’. Me encanta ir de un lado a otro, entonces cuanto más tiempo tenga, mejor. Lo cierto es que para las promotoras puede ser algo confuso ya que la mayoría tienen una línea muy concreta a la hora de contratar a los artistas. PINCHAR EN VINILO ESTÁ DE MODA, ES UN PLUS EN NUESTROS DÍAS. ¿QUÉ DIFERENCIAS ENCUENTRAS ENTRE ESTE FORMATO Y EL DIGITAL? No soy ningún defensor acérrimo, pero creo que el vinilo justifica de forma más inmediata el arte de ser DJ, dando más exclusividad, puesto que no todo el mundo se atreve con el formato. En mi caso, desde que empecé a pinchar tenía claro que quería partir desde los inicios; así pues me compré un par de tocadiscos para incluir en mi ‘setup’. Me gusta ‘diggear’ y encontrar piezas fuera de lo convencional; white labels y ediciones limitadas. Creo que ambos soportes son igual de lícitos si la música tiene trasfondo y hace vibrar. Evidentemente el formato digital es mucho más cómodo en cuanto a búsqueda, transporte y agilidad de puesta en escena; y es por eso que a día de hoy sigue siendo el formato el cual yo uso más. Siempre que puedo y el ‘rider’ lo permite pero, me traigo algo de cera.
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